La contabilidad representa y refleja la realidad económica y financiera de la empresa, de modo que es necesario interpretar y analizar esa información para poder entender en profundidad el origen y comportamiento de los recursos de la empresa.
Conocer el porqué la empresa está en la situación que se encuentra, sea buena o mala, es importante para poder buscar soluciones o alternativas que resuelvan los problemas surgidos, o para idear estrategias encaminadas a aprovechar los aspectos positivos.
Muchos de los problemas de la empresa se pueden anticipar interpretando la información contable, pues ésta refleja cada síntoma negativo o positivo que vaya presentando la empresa en la medida en que se van sucediendo los hechos económicos.
El análisis económico-financiero es imprescindible para que la contabilidad cumpla con el objetivo más importante para la que fue ideada: servir de base para la toma de decisiones.
Además, este estudio también cumple el objetivo de conseguir una información útil y fiable para los diferentes agentes económicos relacionados de la empresa:
- Los propietarios de la empresa, que desean conocer el estado de sus inversiones, los resultados y la futura evolución de la empresa.
- Los administradores o gestores de la empresa, para proponer correcciones en la dirección de la empresa.
- Los inversores potenciales, que desearán conocer si la inversión será rentable.
- Los acreedores de la empresa (especialmente los bancos) que desean conocer si la empresa tiene capacidad para atender el cumplimiento de sus deudas y obligaciones.
- Y en general auditores, sindicatos, administración tributaria, etc.
LA CUENTA DE RESULTADOS Y LA RENTABILIDAD
El análisis económico estudia la estructura y evolución de los resultados de la empresa (beneficios) y la rentabilidad de los capitales utilizados.
El conocimiento en profundidad de cómo y dónde se ha generado el beneficio, ofrece una información imprescindible para el análisis de la gestión realizada, la evolución de la situación actual y la previsión del futuro de la empresa.
Desde el punto de vista económico el fin primordial de toda empresa es la obtención del máximo beneficio posible; éste se conoce a través de la cuenta de Pérdidas y Ganancias, que se divide en varios tipos de resultados:
- Resultado de explotación, calculado como diferencia entre ingresos y gastos de explotación o Beneficio/Pérdida antes de Intereses e Impuestos (BAII).
- Resultado financiero, calculado como diferencia entre ingresos y gastos financieros.
- Beneficio Antes de Impuestos o BAI: Resultado de Explotación + Resultado Financiero.
- Beneficio Neto o beneficio después de impuestos, que se obtiene como resultado de restar al BAI el impuesto sobre el beneficio (impuesto de sociedades).
La cifra de beneficios de una empresa en un período determinado, pese a tratarse de una cifra absoluta, es una información muy valiosa, ya que nos informa sobre el éxito o fracaso de la empresa en su actividad.
Además se puede relacionar con otras magnitudes. Por ejemplo, si una empresa X obtiene un beneficio de 2 millones y otra empresa Y obtiene un beneficio de 1 millón, no podemos saber a priori cuál de las dos es más rentable. Sabemos que la empresa X ha obtenido un beneficio superior, pero tal vez la empresa Y invirtió una cantidad menor. Así, para poder comparar resultados necesitaremos poner en relación esos beneficios obtenidos con el capital invertido, esta relación se conoce con el nombre de rentabilidad.